07 Jul 3 BARRERAS QUE IMPIDEN ELCRECIMIENTO DE TU MARCA
POR: ANA BONET
He escuchado en varias ocasiones, y a muchas personas decir que crecer duele.
Al igual que a una persona le duele cumplir años, le duele dejar atrás la juventud, le duele tomar las riendas de su vida. De esta misma manera a las marcas también les duele crecer. Y les duele por las propias barreras que establecemos inconscientemente en su camino.
Este dolor es un síntoma del miedo y el miedo paraliza. Paraliza al emprendedor sobre el riesgo que debe tomar en cierto momento, paraliza a los colaboradores que siguen a esta persona y sobre todo paraliza al consumidor; pues si tú como emprendedor no estás completamente seguro de la propuesta de valor que tiene tu producto o servicio al ofrecerlo; lo más seguro es que para el consumidor tampoco lo esté.
Y es en este punto de madurez en el que se transforman las grandes marcas.
Este punto en el que dejamos atrás el hacer responsable a los demás de las malas decisiones que tomamos alguna vez, y dejamos de preocuparnos para comenzar a ocuparnos.
Ocuparnos de tres principales barreras que ponemos sin darnos cuenta: La barrera del emprendedor, la barrera del consumidor y la barrera de la comunicación.
La principal barrera y la más fuerte; la que establecemos como número uno en nuestro camino, tiene que ver con la que hacemos solitos a nuestro alrededor. Y esta se da pues desde que estamos chicos nos hablan de “ser alguien en la vida”. Debemos prepararnos para tener un negocio propio y ser ricos y exitosos. Para ello, seguimos a grandes líderes y parecería que vienen de otro planeta. Su forma de actuar y generar riqueza no es digno de cualquier persona, por lo que nos establecemos una vara muy alta sobre lo que debemos ser. Y es en esta meta donde la vida mortal de un sencillo ser humano se complica.
¿Cómo yo puedo triunfar al igual que lo hacen ellos, cómo mi marca puede ser tan exitosa y valer tantos millones?
Y dentro de esta incredibilidad nos hacemos pequeños, inseguros y poco confiables hacia el mundo exterior.
En MOST siempre hemos dicho que una marca es tan valiosa y única pues transmite el ADN del emprendedor que la conforma. Sus valores y atributos están plasmados en la propuesta de valor de la misma; por lo que desde un inicio debemos establecer qué es aquello de mi ADN que quiero darle a conocer al mundo para poder seguir adelante y para estar completamente convencidos de que tenemos lo mejor para ofrecer. Pues si no
Por más ánimo que pongas en emprender; lo que ofreces debe ir enfocado en aquello que sea relevante y diferente para el segmento al que te diriges, y este debe ser un nicho de mercado en concreto, para convertirte en el referente para ellos.
Uno de los errores que cometen la mayoría de los emprendedores es decir que su producto o servicio va dirigido a todos pues lograr esto es de lo más complicado que existe.
Hay una frase que dice que el que mucho abarca poco aprieta y es verdad; si no te enfocas, puede pasar que a algunos no les haga sentido tu oferta y crees una barrera innecesaria para los que sí están de acuerdo con tu propuesta.
Los seres humanos recibimos diariamente más de 5,000 impactos visuales por día, los consumidores estamos sumergidos en un mar de opciones que podemos comparar fácilmente gracias a las nuevas herramientas y tecnologías. Constantemente estamos vendiendo y comprando: ideas, campañas, productos, servicios, incluso en nuestra vida diaria siempre vendemos nuestro punto de vista o compramos alguno. En una pelea con tu pareja le compras su desacuerdo o le das todos los puntos por los que debe comprarte el tuyo; ganas o pierdes batallas constantemente.
Y es por esto que para poder triunfar en un corto plazo primero debes enfocarte, no te pierdas… Analiza a quiénes les hace más sentido lo que ofreces y concéntrate en ellos; para después poder encontrar todos aquellos elementos que se les hagan diferentes de tu propuesta de valor.
Después de la labor de crear una marca poderosa y sentar las bases para que esta sea reconocida por el grupo objetivo al que nos dirigimos; el siguiente paso se trata de comunicarlo con toda la fuerza que podamos y lo que el bolsillo nos permita.
Hay quienes dicen que no solo hay que poner el huevo sino también cacarearlo.
Cuando se habla de difusión, campaña, medios, tenemos enormes barreras: el gran tabú de que hay que invertir cantidades millonarias para poder posicionarnos en el mercado; el tabú de que los mercadólogos solo se gastan el dinero, o la barrera de que una campaña no puede medirse.
Para todo esto decídete, no puedes tener el mejor tesoro guardado, da a conocer tu propuesta de valor de manera creativa y contagiosa, define un presupuesto basado en tu proyección de ventas esperada, y en base a ello arma una estrategia integral de comunicación (NO acciones aisladas) que le hablen con herramientas y tácticas muy bien establecidas a tus grupos objetivo detectados (entre ellos a tus promotores internos o colaboradores) y aviéntate con pasos seguros.
Así que en resumen, confía plenamente en ti!,y lo que has logrado. Si tu marca tiene más de dos años quizá seas del 10% de los emprendedores que sobreviven a la quiebra. Confía, descubre constantemente lo mejor que tiene tu producto o servicio para ofrecer y dirígete a un nicho en concreto para comunicar con fuerza lo grande que ya eres.